
El Barcelona no cumplió con las expectativas en su partido de Champions ante el Basilea. El equipo de Pep Guardiola estuvo muy atascado durante gran parte del partido y sólo la entrada de Xavi y Messi, hoy suplentes, animó un poco un partido que prometía más. El argentino consiguió poner a su equipo por delante cuando llevaba apenas un minuto sobre el césped, pero Derdiyok se encargó de callar al todo el estadio con la igualada. Resultado sorprendente en el Camp Nou y el Barça que consigue la clasificación automática para los octavos de final pero que deberá luchar para conseguir pasar como primero de grupo.