
Cuando Medina Cantalejo pitó penalti en el último minuto y mientras los jugadores del Espanyol discutían con él, Etoo y Messi se ponían de acuerdo para ver quien lo lanzaba. El camerunés se había quedado con el balón y lo llevaba en las manos, pero Messi le buscó y le quitó la pelota sin discusión para poner el 1-2 en el luminoso. Tras el partido, con una sonrisa, el argentino sólo se limitó a decir. “Ché, me tocaba a mí”.